El universo de agua que tuerce su cuerpo en escala con las estrellas



domingo, 16 de enero de 2011

Y ni un momento alcanza para mostrarte todo lo que soy


Heme aqui.
Una historia a medio leer. Mucho tiempo por delante, De más.
Gente que va y que viene. Gente que se queda y otra que ya no viene más.
Canciones que están de moda y otras que se dejaron de escuchar.
Cuadernos escritos y dibujos por todos lados.
Perdió muchas cosas y olvidó otras tantas, pero al entrar en su abitación recuerda por qué esta viva.
Desorden u orden lo mismo da. Es su lugar. Eso todo como sea que fuese, es su mundo.
Despertar cada mañana buscando respuestas de su condicción que una vez surgió y jamás terminó.
Porque el mundo descubrió como un pequeño pañuelo de papel con mil y un doblés.
Entonces pensó que su busqueda era sin sentido. No había caminos.
Y a lo lejos escuchó que un caminante no va en busca de caminos porque nada es mas que un pasar hasta que el trabajo está terminado. No hay caminos.
Juntó flores. Conoció lugares. Miró varios precipicios. Sintió algunas lluvias. Se hace camino al andar.
Hubo tiempos difíciles y con ellos comenzó a dudar si quedarse o marchar. Golpe a golpe.

Y al andar se hace camino, y al volver la vista a atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

Y en un momento aprendió a amar. Por lo menos lo recordó. Hacía ya tiempo que no reía tanto.
Ya no pensó nada mas. Ya no importaba ningún preguntar.

Tu amor es grande como el Sol encandilaban los rayos de tu corazón, un susurro escuchó.

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